miércoles, 15 de marzo de 2017

Vaiana

Pues aquí estamos con una nueva entrada. Esta vez le ha tocado el turno a Vaiana, una película de animación con unas enseñanzas y unos valores que, aunque se sepan, nunca viene mal recordar. ¿Quieres saber cuáles son? Sigue leyendo...

La película comienza con la abuela de la protagonista contando una historia a un grupo de niñas y niños pequeños, entre los que está su nieta, Vaiana. Ella se muestra muy entusiasmada con esa historia. De pronto, aparece el jefe de la tribu, padre de la niña e hijo de la cuentahistorias, y, aprovechando la situación,  Vaiana se escapa de la estancia y va hacia el mar. Allí, ocurre algo que hace que ella descubra un objeto... ¡El objeto del que su abuela hablaba en la historia! ¡Guau! ¿Entonces la historia es cierta y no se la inventaba para entretenerles? Ay, ay, ay... que su padre llega y la coge en brazos... ¡Ouch! Pierde el objeto.

Van pasando los años y ella se sigue sintiendo atraída por el agua y su padre venga a alejarla de la orilla. Un día, Vaiana comienza a preguntarse el motivo por el que siente esta atracción, pero por más que lo piensa, no consigue dar con la solución. Además, también se entera del motivo por el que su padre, jefe de la tribu, no permite a nadie navegar mar adentro (ni siquiera al descubrir que el lugar en el que viven se está quedando sin fuente de alimentos); por lo que comprende mejor su postura, pero ella no puede evitar acercarse a la orilla cada vez que tiene ocasión.

Un día, la abuela cae muy enferma. Le entrega a Vaiana el objeto que perdió de pequeña en la orilla y la anima a emprender la aventura. Su madre la apoya porque comprende que no hay otra solución para la supervivencia de la tribu en aquel lugar y porque es algo que Vaiana desea con todas sus fuerzas. Este es uno de los valores que la película resalta: debes luchar por lo que quieres y descubrir quién eres (no quién debes ser o quién has de ser para los demás).

Pues Vaiana emprende su viaje en plena noche... Pero eso a ella no le importa porque sabe que su abuela está con ella. De hecho, la acompañará durante toda su aventura y la ayudará cuando lo necesite. Sin embargo, no tardará en descubrir que lleva una compañía inesperada, pero que jugará un papel importante.

Cuando parece que ya ha llegado al encuentro de una persona que tiene que ayudarle con el objeto, esta le comenta que no podrá hacerlo sin un gancho mágico que le pertenece pero que no tiene, aunque sí conoce su paradero. Así que, comienza otro viaje en busca del gancho perdido. Recuperarlo no será fácil, a pesar de que Vaiana pensaba que sería pan comido... Mejor dicho, coco bebido (el pan no lo conocen). Ella tendrá que ser inteligente para conseguir el gancho ya que su acompañante no va sobrado de materia gris en la sesera, aunque sí de fuerza en la musculatura.

Con el gancho en su poder, llegó la hora de enfrentarse a la recta final de la misión (no es una aventura a pesar de que Vaiana se lo tomase así en un principio). Sinceramente, tampoco va a ser fácil salir ileso y victorioso de este trance ya que entraña cierto peligro para ambos personajes y para el gancho. Pero, como bien destaqué antes y me reitero, con perseverancia las cosas más complejas se consiguen porque no hay nada imposible (y menos aquello que no se intenta). Además, hay que tener en cuenta que las apariencias engañan y Vaiana lo tiene muy claro ya que, en el momento más frustrante, mantiene la mente fría, no pierde los nervios y utiliza su mejor arma: la inteligencia. ¿Quieres saber si la usó correctamente? Tendrás que verla, jeje.

Cuando vuelve a casa, ella ya está preparada para convertirse en jefa de la tribu que, gracias a ella, va a tener un nuevo miembro. ¿Que quién es? Te digo lo mismo de antes: habrá que sentarse en el sofá, encender la tele y cubrirse con una manta (finita o no tan finita, según necesidad de cada uno).

Bien, como dije al principio, esta entretenida película lleva intrínsecamente algunas enseñanzas: la perseverancia, descubrimiento de quién es uno realmente, ante la adversidad está prohibido rendirse sin luchar... ¿Se te ocurre alguna más? ¡Genial! ¡Cuéntamela! Estoy deseando leerla...

Cuando hayas visto la peli (hay muchas cosas que no he contado), si es que finalmente te has animado, estaré encantada de conocer tu opinión sobre ella... No dudes en comentarme.

Nos vemos en la siguiente película.

Hasta entonces, feliz sofá ;)